Permitir que el milagro se produzca,
reconocer que ya esta logrado ...
ese es el gran desafio: confianza.
Opuesta rotundamente al control , carcel cotidiana que tiene la puerta abierta , en donde me encierro a menudo, sin encontrar la salida....
Si pudiera confiar que soy Divinamente guiada...
sentirme sostenida como haciendo la plancha en mi oceano del alma,
resguardarme de la duda que se come a mi garganta
anidando el consuelo de saberme ya amada...
El milagro es la entrega en la fe tan añorada,
es la dicha del pimpollo estallando en la mañana
confiando en el hilo de sol que acaricia sus pestañas,
controlara la lluvia?
intentara llamarla?
su sed ya ha sido saciada.
No hay duda ni desvelo,
descontrol ni queja alguna
solo confia en Ser flor a cada instante.-